Parece que la obra maestra de Norio Tsuruta, lo que ya dice mucho de la película.
Es otra de esas pelis japonesas de terror, mezclada con Destino Final. Incluso, al final del metraje se le va la cabeza a Norio y hace una especie de David Lynch en uno de sus ataques.
Lo mejor sin duda alguna, son los periódicos que gritan y se deshacen.
Ni siquiera da miedo.
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